- Rasgos generales del samoyedo

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Infantil, algo felino, mitad lobo y mitad oso!
El samoyedo es un hermoso perro nórdico de un color blanco puro, con tonalidades nacaradas en las puntas del pelaje.
Sus increíbles ojos negros, junto a la trufa, negra también, están perfectamente encajados en su cara, que muestra siempre una sonrisa especial, llamada "la sonrisa del samoyedo". Esta sonrisa, que en cierto modo también está presente en sus ojos, les confiere un aire infantil y jovial acorde con su carácter amistoso y alegre.
Sus orejas, no muy grandes y puntiagudas, tienen, cuando las miramos desde la nuca, un cierto aire "gatuno" y es que el samoyedo es también un poco felino (ver el apartado El carácter del samoyedo) y posee, por ello, una gran capacidad de observación que utilizará en provecho propio o de su familia, sabiendo en todo momento cómo debe actuar según te vea triste, alegre, dispuesto a jugar o con ganas de tumbarte en el sofá y no saber nada de él (si es por un ratito, claro!).
Es una raza acostumbrada a compartir con las personas su existencia. Dicen que en su lugar de origen, de clima muy frío, solían dormir con los niños para darles calor. Y eso parece que no se olvida. Cualquier samoyedo, sobre todo si es joven, expresará enseguida una predilección  especial por los niños en los que ve rápidamente grandes compañeros de juego.
En general, es un perro que ama y necesita a su familia humana a condición de verse tratado como un igual. De él se consiguen más cosas con cariño que con mano dura y su sentido de la justicia le puede llevar a "rebotarse" si en su fuero interno (canino) considera que una riña es immerecida. Vale la pena entenderse con él, los resultados son espectaculares!
La mayor parte de los ejemplares tienen un claro semblante lobuno, tal vez por sus ojos oscuros oblicuos y sus patas altas. Pero algunos recuerdan también un oso, debido a la forma del cráneo.