- El carácter del samoyedo

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El samoyedo es un perro con grandes cualidades para relacionarse con las personas, especialmente con los niños. Es ante todo un perro alegre, sociable, amante de su familia, a la vez que confiado con propios y ajenos. Difícilmente se perderá una fiesta! Le gusta compartir todos los momentos con los suyos, un fin de semana, un viaje, unas vacaciones, una tarde lluviosa en casa. Todo es perfecto para él si puede estar contigo! Pero no es un pero faldero; es un compañero. El samoyedo nunca llega a darse cuenta de que él es el perro de la casa. Se siente uno más de la familia, con los mismos derechos y con un gran sentido de la justicia. No insistas en reñirle demasiado si él considera que la riña es injusta. Se rebotará y te hará saber que no está dispuesto a aguantar una bronca monumental. Responde mejor cuando se ve tratado como él se merece, como un gran compañero de viaje y un como un miembr de la familia de pleno derecho. Tal vez por ello no es jamás un perro sumiso. Es mejor tratarlo de igual a igual.
Además, no le hareis cambiar fácilmente de opinión. Como buen nórdico el samoyedo es un perro tozudo y que antepone su dignidad a cualquier otra cosa. Kana, por ejemplo, hace años que sabe que de lunes a viernes debe quedarse en casa cuando todos salimos a ocuparnos de nuestras cosas. Pero llegado el sábado o el domingo la cosa cambia. Quedarse en casa la indigna profundamente. Parece pensar: si vosotros vais, yo también! Y se muestra indignada.
Un samoyedo bien tratado dará, eso sí, siempre una respuesta immejorable. Es un animal profundamente noble y profundamente bueno. Preferirá estar con su familia aunque sea en un piso, que quedarse en una mansión sin su familia. Y si hay niños, mejor para ambos, ya que se disfrutaran mutuamente compartiendo juegos.
Otro rasgo típico del samoyedo es que, debido a su excelente carácter, es capaz de relacionarse con cualquiera, hasta con los ladrones! No utiliceis nunca un samoyedo como perro guardian. Si el ladrón llega le abrirá la puerta, le enseñará, para ganárselo, dónde está el botín y antes de que se vaya hasta le dará un lametón.
Y por último, aconsejaros que le deis grandes paseos en libertad. Será mejor para vosotros (ya que el samoyedo difícilmente perderá la costumbre de tirar del collar como si fuera un trineo) y, sobre todo, mejor para ellos, que demuestran en todo momento gozar de la libertad y de los momentos compartidos con sus amos.